jueves, 28 de agosto de 2014

Opinión: El dueño de tu alma no eres tú, es WotC.


¿Hasta qué punto somos prisioneros de nuestro hobby? ¿Seríamos capaces de romper con todo, olvidar nuestro pasado y entregarnos a otro hobby que nos permita las mismas vivencias? No os engañéis. No podéis. Desde que abristeis el primer sobre y jugasteis vuestro primer torneo vuestra alma pertenece a Wizards. Algunos os levantaréis y diréis "yo soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma."  pero os engañáis. Algo os apartará del Magic, ya sea en forma de trabajo, novia, hijos, fallecimiento, ... pero pocas veces será por vuestra propia voluntad. Como el tabaco, vuestros pulmones anhelan respirar el maná aunque sea años después.


Y ahora que somos conscientes del problema que tenemos, que somos manahólicos y que requerimos de nuestra dosis cada tres meses, surge la pregunta: ¿somos tan dependientes de las cartas que no sabemos alzar la voz y reclamar un trato mínimo como clientes? ¿hemos alcanzado un nivel tan alto de idiotez que consumimos cualquier celulosa que nos presenten delante para ser competitivos? Estamos bailando ininterrumpidamente al son de la música que Star City Games, TCGplayer y otras grandes empresas tocan y tal vez sea el momento de decir basta ya.

Leeréis artículos donde se invita a invertir en creatividad. La creación de nuevas barajas es clave para destruir el metajuego, Mark Rosewater os invita a ello, LSV defiende esta idea, bla bla bla...

Estoy de acuerdo con ellos. La creación de barajas propias es uno de los puntos más importantes del juego. Las redes sociales y la globalización han afectado al juego como ninguna otra cosa podría haberlo hecho. Os animo a ser creativos. Olvidad mtgtop8 y demás páginas. Si buscáis ganar un torneo, preparad una baraja competente ante las barajas que todo el mundo va a llevar. Nadie espera la vuestra porque nadie la conoce. ¿Os gusta mi idea? Espero que sí porque ahora voy a desmontarla...

Os presento al tío del peaje.




¿Buscáis hacer una baraja verde? Necesitáis tarmos. ¿Buscáis hacer una baraja azul?  Snapcaster, Command, Remand, ... ¿Buscáis hacer una baraja negra? Dark confidant, Lilianas, ... y suma y sigue.

¿Buscáis hacer una baraja competitiva? Necesitáis fetchlands. Y ahí entra en juego el señor del peaje quien os cobra un riñón para poder circular por la autopista del Magic, dejando a los otros jugadores que no tienen yendo por carreteras regionales, con sus baches y accidentes geográficos. Es cierto que puede que ganen un torneo pues la posibilidad existe (sí, es posible que 1,2,3,4,5 y 6 sean los números de la primitiva) aunque sea poco probable que ocurra, dado que ha de enfrentarse contra personas y barajas que no actúan siempre igual.

Por lo tanto, sea el momento de aceptar que aquellos jugadores que no tengan fetch acepten su lugar en el mundo. Tal vez sea el momento de no ir a los torneos, dejar que los GPs se desinflen, los torneos de tienda se tornen escuálidos y salten las alarmas en la sede de WotC. Y cuando imagino que ocurre esto, me acuerdo de esta escena de Horton.




Reimprimir tarmos, confidants, de una forma ilimitada ... no supone perjudicar a esos jugadores que ya los tienen (25% de la masa total (dato inventado)) sino facilitar la entrada al juego al 75% restante y que provocaría una venta inusitada del set en cuestión. 

Esto depende de Mark Rosewater & Friends: si aceptan esta verdad es que les importamos. 

Casi lo olvidaba, nuestra alma es suya y seguiremos aceptando estas cartas cuando en verdad queremos un confidente oscuro...



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